Hace mucho que no escribo, el COVID ha salpicado por todas partes y no he sido ajena a ello…
En esta ocasión transcribo unas reflexiones, que generosamente me ha permitido compartir una persona que ha crecido emocionalmente de una hermosa manera, de su trabajo personal y de dos textos que me gustan trabajar en terapia.
En primer lugar, del artículo “Aprender de los errores” de Demian Bucay, se podrían extraer, según “E”, las siguientes enseñanzas:
- Tenemos que ver el error como una oportunidad, sin ellos no seríamos capaces de avanzar y mejorar
- Estar cómodos en una situación, no es más que un fracaso. Con el miedo a salir de nuestra zona de confort nos estamos perdiendo muchas cosas. Quedarse en esta zona es fracasar (el fin del camino), pero la podemos convertir en error (durante el camino) se y decidimos movernos de ella.
- No sé si en la vida hay un “resultado”, ya que la vida es constante cambio, y lo que hoy queremos o vemos como resultado puede que mañana no lo sea. Pienso que somos una combinación de errores, son ellos los que nos guían y no los aciertos. En cierto modo creo que los aciertos no existen, sólo decisiones, que en el momento que se toman son adecuadas. Y sí al tomarla “nos hemos equivocado”, mejor!!: ya tenemos una lección aprendida.
- Nunca hay nada seguro, lo único seguro somos nosotros mismos y nuestra confianza y fe en nosotros mismos.
En segundo lugar, y del poema atribuido al estadounidense Leo Booth, titulado “Autorrechazo”, y que os recomiendo totalmente, “E” nos comparte estas reflexiones:
- Después de tantos años de frustraciones, inseguridades, vergüenzas, obediencias… En definitiva: autorrechazarme, aceptarme ha sido lo más difícil, bonito y apasionante que he hecho.
- Tomar conciencia de mí ha sido sin duda el mayor de mis logros. No es fácil y todavía de queda camino por recorrer, pero al menos sé cuál es el camino que quiero andar.
- Después de tantos “debería”, “podría”, ”y sí…” he entendido la importancia de ”quiero” ”puedo” y ”soy”.
- Quiero: ser asertivo conmigo mismo, hacer lo que realmente quiero.
- Puedo: soy una persona sin límites, sólo los que yo me marcó.
- Soy: nadie va a venir a hacer las cosas por mí. Soy “yo” mi centro, y yo soy el que hace y deshace.
GRACIAS SIEMPRE POR VUESTRAS ENSEÑANZAS!